El escritor yaleño, considerado uno de los mejores de habla hispana, recibió merecido homenaje del pueblo jujeño al imponer su nombre a un espacio en el que se destacará el quehacer de hacedores de las artes y la cultura.
Durante un acto que contó con la presencia de destacadísimas figuras del quehacer cultural a nivel nacional, amigos personales del homenajeado, quedó inaugurado el “Centro Cultural Municipal Héctor Tizón”, emprendimiento de la Municipalidad de San Salvador de Jujuy que se emplaza en un lugar de entrañable
significado cultural en esta ciudad ya que allí realizaban sus tareas las emblemáticas “lavanderas del Río Chico”.
El autor de obras como “Aun costado de los rieles” (1960), “Fuego el casabindo” (1969), “La mujer de Strassee” (1997), entre otras publicaciones, estuvo acompañado especialmente por su esposa, doctora Flora Guzmán, su familia y amigos, entre los que se destacó la asistencia de los escritores Horacio Sales, Santiago Sylvester, Mario Corcuera y Ruh de Corcuera y el cineasta Mario Sábato, hijo del recientemente fallecido Ernesto Sábato, quien fue amigo personal también de Héctor Tizón.
El espacio que abrió sus puertas a expresiones culturales y artísticas como las letras, las pinturas, la escultura, el teatro, la artesanía y toda otra manifestación que resalte el hacer cultura y arte en nuestra provincia, se encuentra ubicado en la intersección de calle Junin y avenida Hipóloto Irygoyen, la vieja casona, cuya edificación data de 1850 es considerado patrimonio arquitectónico de la ciudad, donde a mediados del siglo pasado se instaló el primer lavadero, lugar en el que las lavanderas del Río Chico, inmortalizadas por el Cuchi Leguizamon en una zamba, realizaban tareas diarias especialmente en los días de lluvia.
El edificio fue refaccionado y puesto a nuevo y allí se instalaron obras de artistas plásticos jujeños de que hay que destacar, como los murales de Claudia Lazaletta y las esculturas de Florencia Calizano.