Vivió en México, Paris, Milán y Madrid, pero su lugar en el mundo, al que vuelve una y otra vez, es Yala, Jujuy.
Su primer libro, “A un costado de los rieles”, fue publicado en México en 1960.
Parte de su obra, siempre fiel a sus raíces y su lugar de origen, con sus mitos e historias, ha sido traducida al francés, ingles, ruso, polaco y alemán. A su actividad profesional como juez y escritor, le suma también la condecoración de Caballero de la orden de las Artes y las Letras, “cargo” que le otorgara el gobierno francés oportunamente.
Héctor Tizón es, desde 2005, Ciudadano Ilustre de San Salvador de Jujuy, en tanto que a mediados de 2010 el Consejo Deliberante dispuso que su nombre le sea impuesto al primer centro cultural municipal. Al recorrer Palpalá, una de sus calles lleva el nombre de Héctor Tizón.
Ese ser cuya identidad hoy forma parte de la geografía jujeña no es ningún prócer ni protagonizó grandes gestas heroicas a lo largo de su vida, pero su excelente desempeño en el mundo de las letras resultó suficiente como para recibir sincero reconocimiento.
Tizón nació el 21 de octubre de 1929 en Yala; entre 1943 y 1948; se trasladó a Salta, provincia en la cual cursó sus estudios secundarios y publicó sus primeros cuentos en el diario “El Intransigente”.
Aunque ya había demostrado sus aptitudes literarias, decidió en 1949 radicarse en La Plata y estudiar derecho, y una vez recibido de abogado comenzó una carrera diplomática que lo mantuvo por varios años alejado de su tierra natal. En ese tiempo, Tizón llegó a ser Agregado Cultural en México, Cónsul en Milán, y al regresar al país desempeñó por un corto periodo el cargo de Ministro de Gobierno, Justicia y Educación. En 1962, Tizón decide alejarse del ámbito de la diplomacia.
En 1976, afiliado a la Unión Cívica Radical sufrió con gran dolor el exilio. En ese momento el lugar elegido para vivir fue España, donde se desempeñó como director del diario “Proclama” y escribió para diversas editoriales, diarios y revistas. Héctor Tizón, ex diplomático, se desempeñó como juez en Jujuy.
Ha publicado, entre otros títulos, los libros de relatos: “El gallo blanco” (Alfa Guara, 1992); Las novelas: “El cantar del profeta y el bandido” (1972, Alfa Guara, 2004), “La casa y el viento” (1984, Alfa Guara 2001), “El viaje” (1988), “Luz de las crueles provincias” (Alfa Guara 1995), “Extraño y pálido fulgor” (Alfa Guara 1999), “El viejo soldado” (Alfa Guara 2002), “La belleza del mundo” (2004) y “El hombre que llego a su pueblo” (1988, Alfa Guara 2005). En 2008 publico las memorias “El resplandor de la hogera” (Alfa Guara). Ha recibido, entre otros los premios Konex, Academia Nacional de Letras, consagración y el gran premio 2000 del Fondo Nacional de las Artes.
Sus grandes amigos, quienes llegaron especialmente a la ciudad para este acto de singular trascendencia cultural, destacaron el valor de Tizón como escritor, con algunos de ellos vivió experiencias en el exilio.
Con el escritor salteño, radicado recientemente en Buenos Aires, Santiago Sylvester, los une además una hermosa historia que tiene a las letras de Jujuy como protagonistas, ya que el escritor fue colaborador de la recordada Revista Literaria Tarja, que Tizón fundó junto a Nestor Groppa, Andres Fidalgo, Jorge Calvetti, Mario Busigniani y el artista plástico Medardo Pantoja.
El intendente Raúl Jorge tras indicar que se instituirá el Premio Municipal “Héctor Tizón” a la cultura, resaltó que el pueblo de Jujuy decide honrar a la persona, al profesional, al escritor, al amigo que difundió por el mundo la cultura jujeña a través de su literatura y de su trabajo diplomático, imponiendo su nombre a un centro cultural ubicado en los márgenes del Río Chico, uno de los hitos de urbanización de la ciudad.